En casi todo el territorio español es obligatoria la identificación de mascotas, y en muchos sitios, el uso del microchip, en cuyo uso somos pioneros. En Comunidades Autónomas en las que no está regulado, sin duda los propietarios responsables no dudan en colocar a sus mascotas este sistema. Que es el único 100% fiable, pues no depende de si llevaba el collar al escaparse, o de si se lo enganchó o robaron. El microchip va siempre con nuestro amigo.
No obstante, pese a las virtudes del chip, tiene algún inconveniente:
- Es necesario un lector de microchip, disponible en clínicas veterinarias, policía, protectoras de animales, SEPRONA, etc. Si encontramos un animal perdido, deberemos desplazarnos hasta estos sitios. E incluso esperar al horario de apertura. Esto hace que si nuestra mascota se pierde, alguien debe tomarse verdadero interés en devolvérnoslo.
- Por protección de datos, solamente en la base de datos oficial podemos acceder a los detalles de contacto del propietario. Muchas personas piensan que en el chip viene directamente su teléfono, pero no es así. La información del chip es un código alfanumérico. En las webs Europetnet y REIAC podemos consultar únicamente a qué base de datos pertenece el animal. Y estas últimas tienen horario de oficina, aunque algunas también dan servicio durante el fin de seman.
Conclusión: si perdemos un amigo a las 20h, probablemente no lo podríamos recuperar hasta el día siguiente.
Para hacer más rápida la vuelta a casa de nuestra mascota, añadir una placa identificativa a su collar además del microchip subcutáneo es fundamental.
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