domingo, 9 de diciembre de 2012

Quedan dos días para la artroplastia de fémur de Vespa

Vespa llegó a nuestras vidas el 16 de agosto. Vagaba por las calles de un pueblo de la sierra, plagadita de garrapatas, con unos gusanos intestinales espectaculares... y en unas condiciones pésimas.

Una conocida la recogió y ésta fue la primera imagen que nos mandó, porque en su casa no podía acogerla

Vespa recién rescatada de la calle

Nos la trajimos a casa sin pensarlo mucho (si lo piensas....¡no lo haces!) Y tras las oportunas desparasitaciones, desinfecciones y atracones de pienso... empezamos a difundirla en Facebook, asociaciones, etc.

Nadie se interesó por ella...

Pero empezamos a descubrir una personalidad arrolladora en esta regalga, que nos iba cautivando. Gruñe de cachondeo, aprende rapidísimo, es muy limpia, divertida... Y a la par descubrimos que su leve cojera se debía a una luxación coxofemoral. Probablemente por eso la echaron a la calle. Aunque a veces buscar motivos de un abandono no tiene respuesta.


Luxación coxofemoral de Vespa

Se complicaba bastante la adopción...

Así que un día, hicimos oficial lo que ya sabíamos: Vespa se quedaba. Y ya veríamos de dónde sacábamos el dinero para la dichosa cirugía.

Debíamos esperar a que creciera para poder operar, por lo que decidimos aprovechar el tiempo probando cosas para fortalecerle la cadera. Acupuntura, que le iba genial, condroprotectores, paseos cortos, paseos en cuesta, analgésicos, homeopatía... Pero por la gravedad de la lesión, no ha habido manera: el martes la operamos. Aunque hace vida normal, no apoya apenas la pata porque le duele... hay que quitarle el dolor.

Vespa conociendo la nieve. La patita trasera que se ve
es la pachucha, aunque ¡ella corre a tres patas!


Estamos preocupados con la cirugía, la verdad. Nos ponemos en manos de unos grandes profesionales, pero la patita tiene una atrofia importante por la falta de uso, lo que puede ser un handicap en la rehabilitación. La cirugía consiste en cortar la cabeza del fémur para que no le duela, y luego con rehabilitación lograr que la musculatura sea quien sujete la pata.

¡Vamos a por todas contigo, pequeña!

Os mantendremos informados.


Vespa con sus hermanitas perrunas, al calorcito de la chimenea



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